Diego tenía 16 años cuando sus familiares denunciaron su desaparición el 26 de julio de 1984. Ese día había regresado de estudiar, almorzó y le pidió plata a su padre para el boleto, porque iba a visitar a un amigo. Fue visto por última vez en el límite entre los barrios Villa Urquiza y Belgrano y nunca más se supo de él.

El portal de La Nación informó este miércoles que a él corresponden los restos óseos encontrados de casualidad por unos obreros que trabajaban en una casa que había alquilado, en la década del 90, el músico argentino Gustavo Cerati.

La propiedad, ubicada en Congreso al 3700, en el barrio porteño de Coghlan, estaba en refacciones y fueron los trabajadores los que hallaron los huesos excavando en una medianera. Los investigadores creen que, en realidad, el cuerpo del joven fue enterrado por sus agresores en la finca vecina, que entonces estaba separada del predio por apenas un cerco de arbustos.

En junio, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) determinó que los restos correspondían a un varón de entre 16 y 19 años que había muerto violentamente, ya que se comprobó que sufrió al menos una puñalada y que habían intentado descuartizarlo.

Un sobrino de Diego fue quien, al ver las noticias, ató cabos y pensó que podría ser su tío, desaparecido 40 años atrás, y un ADN realizado a la madre de la víctima arrojó compatibilidad.

Telenoche UY. (2025, agosto 06)