El incendio tuvo lugar durante el desmantelamiento de la central nuclear de Grafenrheinfeld, en Baviera, que dejó 11 empleados heridos, cinco de los cuales fueron trasladados al hospital con heridas leves. 

Las autoridades aseguraron que no hubo liberación de material radiactivo ni de sustancias tóxicas, por lo tanto, la población no estuvo en riesgo. La Policía Criminal de Schweinfurt investiga las causas del incidente para determinar si hubo fallas técnicas o errores humanos.  

La Central, que operó desde 1982 hasta su cierre en 2015, es parte del plan alemán para abandonar la energía atómica a favor de fuentes a largo plazo. Sin embargo, el proceso de desmantelamiento implica riesgos como la manipulación de los desechos radiactivos y la eliminación del combustible usado. 

A pesar de estos desafíos, Alemania conserva su objetivo de alcanzar el 80% de la electricidad de la energía pura para el 2050, aunque se enfrenta a obstáculos como la garantía de suministro estable y evitar la energía.

El Imparcial. (2025, marzo 19)