Los Gobiernos de Tailandia y Camboya consideran un alto al fuego propuesto por Malasia, mientras los Ejércitos de ambos países continuaron este viernes su enfrentamiento por segundo día en varios puntos de la frontera.

Bangkok, sin embargo, señaló que las fuerzas camboyanas continuaron hoy con "sus ataques indiscriminados contra territorio tailandés" y aseguró que las acciones de Camboya "demuestran falta de buena fe y continúan poniendo a la población civil en peligro".

El primer ministro de Malasia, país que alberga este año la presidencia rotatoria de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), conversó la noche del jueves con sus homólogos tailandés, Phumtham Wechayachai, y camboyano, Hun Manet.

Las autoridades de Tailandia han evacuado hasta ahora a 138.013 personas ante los enfrentamientos con Camboya que estallaron la víspera en la frontera.

La mayoría de estas personas residen en las provincias fronterizas de Surin, Sisaket, Buriram y Ubon Ratchathani y han sido reubicadas en 295 refugios temporales, explicó el Ministerio del Interior tailandés, ante "la situación de desastre derivada de los disturbios provocados por acciones armadas ilegales por parte de Camboya".

Del otro lado de la frontera, autoridades provinciales y medios locales hablaron de miles de desplazados, sin que el Gobierno de Hun Manet ofrezca de momento un balance nacional de víctimas.

Por su parte, la Embajada de EE.UU. en Bangkok urgió a alcanzar un cese de hostilidades en la frontera entre Tailandia y Camboya.

EFE. (2025, julio 25)