Un derrame de hidrocarburos afectó desde hace días la pesca y el turismo en la costa occidental de Venezuela, y residentes y ambientalistas niegan que las playas del país estén cubiertas de charcos negros.

 En Puerto Cabello (en el noroccidental estado de Carabobo), cerca de la refinería de petróleo El Palito, que es una de las más importantes de otra central petrolera, se pueden observar grandes manchas negras sobre la arena y rocas del mismo color. La Agence France-Presse (AFP) confirmó que a pocos metros de distancia se podían ver embarcaciones estacionadas, algunas manchadas con el mismo líquido denso.

 Según el investigador medioambiental Eduardo Klein, se produjo un "enorme derrame de petróleo" en el Golfo Triste, equivalente a "225 kilómetros cuadrados de daños (¡37.000 campos de fútbol!)", escribió.

 "Ya tenemos ocho días prácticamente sin laborar. Pescadores que están fuera, que están sin trabajar, porque no podemos salir a faenar (...) todavía tenemos petróleo afuera" en las costas de Puerto Cabello, contó el lunes uno de ellos, Antonio Giusti, a la AFP. 

 Venezuela, que tiene una de las mayores reservas de petróleo del mundo, vio caer su producción de 3 millones de barriles por día hace más de una década a 400.000 en 2020 como consecuencia de la corrupción, la mala gestión y las sanciones estadounidenses. En la actualidad extrae 850.000 barriles diarios. 

 AFP. (2024, agosto 19)